La decodificación (o descodificación) biológica es, dicho de forma muy sintética, la desprogramación de todo aquello que en la persona ha confluido para resultar en una dolencia o enfermedad. O con otras palabras es buscar, encontrar, identificar e integrar el sentido biológico de la enfermedad. Expliquemos más y mejor. Todos tenemos en algún momento enfermedades. A veces nos damos cuenta que estamos “somatizando”, o que por la situación estresante que estamos pasando es lógico y como natural consecuencia tengamos algún problema de salud. Por ejemplo cuando estamos en la víspera de un examen podemos no solo estar nerviosos sino tener diarrea unos, malestares de estómago otros. O los dolores cervicales cuando la actividad nos estresa o disgusta. O que viniendo muy “acelerados” un golpe o accidente nos hace obligatoriamente bajar las revoluciones o directamente parar. O esa dolencia tan oportuna que nos viene el día antes de encarar esa situación tan penosa de la cual no podíamos evadirnos y viene a ser la excusa perfecta para no tener que estar presentes. Y así tantos casos y matices que vivimos nosotros mismos u observamos en nuestros allegados. La somatización no es pues solo evidente por el sentido común, sino también una realidad científica comprobada.
Pues la decodificación va más allá. Pues podemos tener muy en claro que estamos somatizando y no obstante seguir con la enfermedad. La decodficación viene de la toma de conciencia a nivel profundo de la causa de la enfermedad, comprendiendo el sentido maravillosamente analogico entre el tipo de conflicto vivido y cómo el cuerpo fisico lo refleja en su propio terreno con una enfermedad. Mas no cualquier enfermedad sino una muy específica que se corresponda con la vivencia conflictiva en particular. En biodecodificación los lineamientos principales ya han sido “descubiertos” y se sabe, por ejemplo, que los conflictos vividos por la persona de manera vital, como si del alimento para vivir se tratara, van a hacer cable a tierra en determinados órganos, funciones y tejidos y no en otros. Lo mismo con todo aquello vivido como desvalorizante para la persona, que a su vez van descargar sobre determinados tejidos, órganos o funciones específicos y no en otros. Y así con las diversas situaciones de estrés y conflicto que podemos vivir, como vida de relación, afectos, protección, relación con el dinero, el trabajo, la actividad, el deporte, la posición, el éxito, el fracaso, los hijos (si los hay y si no los hay), los padres, y cualquier otra emoción generada por mis vivencias y experiencias mientras vivo. Obviamente siempre estamos experimentado emociones, es inherente al ser humano, pero no todas nos enferman. Como estamos en el mundo de la polaridad podríamos decir que en Biología Total (Biodecodificación) vamos a centrarnos siempre primero en las emociones “negativas” porque son las que nos conflictúan y llevan a la enfermedad. Mientras que las “positivas” nos permiten y ayudan al buen vivir, son las que promueven y mantienen la salud. Otro factor a considerar es la intensidad de la conflictiva, el alto o bajo nivel de estrés que conlleve. Una conflictiva leve y pasajera se resolverá con una dolencia asimismo pasajera y de fácil evolución, mientras que otra conflictiva muy drámática y totalizadora en la sique se corresponderá con una enfermedad más importante, seria o grave. Por ejemplo un conflicto “x” vivido de forma pasajera y que luego se supera rápidamente y casi sin darnos cuenta puede resultar en un cuadro de acidez estomacal; pero el mismo conflicto vivido intensamente de forma dramática, sin solución, en el aislamiento, etc se puede resolver en un cáncer de estómago.
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Sintetizando, con la decodifición logramos varias cosas: - tener comprensión de la situación vivida que nos ha generado la enfermedad - darnos cuenta de las emociones, sentimientos y deducciones profundas que a nivel inconciente se han hecho de la vivencia - liberar esas emociones, sentimientos, conclusiones, etc de alguna manera - ver la conexión que se viene arrastrando de todo ello en el presente a través de la enfermedad - darnos cuenta que la enfermedad produjo un cambio, en nuestro interior y/o en nuestras circunstancias - darnos cuenta que la enfermedad yo no tiene sentido - al poder ahora liberar, expresar lo entonces no expresado, re-vivir lo sentido, metabolizando las emociones entonces ocultas, y - estar dispuestos ahora a un cambio, en el o los niveles que sea, para finalmente lograr - la sanación de la enfermedad |
Todo esto puede parecer largo, y si bien hay un proceso de consultas donde se trabaja con un objetivo sustentado en el diagnóstico médico y el síntoma, cuando se hace la toma de conciencia, yo lo llamo “hacer el clic”, cuando se integra todo lo del pasado y lo del presente se hace en un momento mágico e instantáneo, es algo muy rápido y movilizante. Ese momento especial es algo que la decoficación (el decodificador) sabe reconocer de forma clara. A partir de ese momento la decodificación está hecha. La sanación viene. Otras consultas son ahora de seguimiento, y para afirmar si fuera necesario, el camino hecho.
LA SANACION O CURACIÓN El objetivo de la decodificación biológica es la curación. Pero como vimos para curar el cuerpo primero hay que curar el alma (el inconciente, el cerebro inconciente o como guste llamarlo) que es allí donde se originó. La salud es el estado en que el cerebro tiene el consumo más económico y eficiente de energía para asegurarnos la vida. Es un feliz equilibirio dinámico. Y esto viene como consecuencia natural de vivir predominantemente emociones positivas de manera auténtica. Con esto quiero decir sin represiones, negaciones, u otras adulteraciones de mi mundo interior que por juzgarlo “malo”, penoso, insoportable, etc pasa a la sombra, al inconciente. Nunca nada de lo que pueda sentir en mi interior es malo. Sí es malo lo que podemos hacer en los hechos o a otros con ello,o lo que nos hacemos en nosotros mismos al no procesar ni metabolizar lo que sea que sentimos. La curación es en principio la desaparición de los síntomas. Esto se da cuando el cerebro “desprograma”, cuando desarma el programa de vivencia, estrés, emoción, interpretación de la vivencia, que resultó en la enfermedad. Cuando esto ocurre en ocasiones la sanación es inmediata. Es muy típico esto con las alergias, que la ser decodificadas la persona no tiene ya más esa alergia concreta. Otras veces la sanación es más gradual y paulatina. Otras veces no solo gradual y paulatina sino fluctuante, con avances y retrocesos; pero en este caso se nota como balance que siempre hay mejoría, al no ser las reincidencias ni tan fuertes, ni tan largas, y cada vez menos frecuentes hasta llegar a desaparecer. Como pudiera ser el caso de una gastritis, por poner un ejemplo. ¿Y si no hay curación? Si la decodificación ha sido bien hecha hay al menos una sensible mejoría. Pero en el caso de volver a aparecer la misma enfermedad de antes, o que no pasa nada luego de la decodificación, probablemente sea porque la persona vuelve a los patrones emocionales e inconcienes de antaño, porque no hay (porque no quiere o no puede) un cambio interno real. O también puede ser que si bien con la decodificación se sacó una “capa de la cebolla”, aún no se llegó al conflicto original y hay que seguir pelando la cebolla, yendo más profundo y más atrás, para llegar al origen de las lágrimas (de la cebolla), de la enfermedad. Asimismo puede ocurrir en algunos casos que la decodificación ha sido bien hecha, la toma de conciencia y el “clic” también. Pero como el cerebro inconciente se guía por la economía energética y de recursos puede en algunos casos considerar que no vale la pena invertir en la “reparación” o curación y en estos casos sigue adelante el proceso de la enfermedad. Pero lo más importante y lo que revela el valor y el poder de la decodificación es que la gran mayoría de las enfermedades pueden remitir, hasta desaparecer. Se ha comprobado también que el tratamiento médico prescrito funciona (cuando antes no funcionaba), o funciona mejor, y la evolución del enfermo es más rápida, en comparación con idénticos enfermos con los mismos tratamientos que no se han decodificado.
IMPORTANTE ACLARACIÓN Si bien la decoficación biológica, como práctica de lo que se llama “Biología Total de los Seres Vivientes”, y es no ya una medicina complementaria (como la Terapia Floral, recomendada por la OMS) sino una medicina integrativa, ésta no sustituye la medicina convencional. Ante todo problema de salud la persona debe consultar su médico y seguir sus indicaciones y prescripciones. La decodificación se convierte así en un importantísimo recurso que acompaña, y potencia el tratamiento médico. Y lo más importante, el enfermo deja su rol pasivo de padecer la enfemedad como algo que en la lotería divina le ha tocado y él poco o nada puede hacer. Al contrario, con comprensión en profundidad de su enfermedad, su significado y enseñanza, y mejor conocimiento de sí mismo elige tomar un rol activo en su cambio y camino curativo. Pero insistimos y que quede claro. De ninguna manera esto sustituye al médico. Ud debe acudir a él y seguir sus indicaciones. Por eso mismo, para consultar por decodificación usted debe acudir con un diagnóstico médico lo más preciso posible, ya que no se puede decodificar sin él. Los decodificadores no somos médicos.
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