ROBOS, RAPI?AS, ASALTOS & Co... ?TENDRÁN FIN?
SITUACIÓN ACTUAL Se ha hablado de sensación térmica en relación a la inseguridad en que vivimos. El Observatorio de la Criminalidad y la Violencia ha dado sus cifras elocuentes al respecto. Cifras o no cifras las rejas han prosperado por doquier latino americanizándonos en el peor de los sentidos. A estas alturas casi no hay mujer en la capital que no haya sido al menos una vez víctima del arrebato de su cartera. No hay horario seguro para ir a pagar a Abitab o similares, ni para barrer la vereda, ni para regresar al hogar ni tomar el ómnibus, porque sea al mediodía o medianoche no hay horario para ser asaltado, rapi?ado, enca?onado, robado, copado, golpeado o violencias peores. Y los antiguos delincuentes juveniles, hoy mal llamados menores son los protagonistas estrellas de este incremento de la criminalidad que afecta nuestras vidas. Dije mal llamados, porque con esa palabra antes neutra que marcaba límites para asistir a espectáculos, votar u otras situaciones existenciales comunes, ahora se volvió sinónimo de delincuencia, violencia impune y gratuita, vandalismo, desconfianza y temor para todos. A lo que se suma la desazón de la labor policial que detiene a estos delincuentes menores de edad, y al rato vuelven a estar en los mismos lugares de la calle o el barrio por disposición judicial. Los jueces hacen cumplir la ley, así que ese es otro tema. Los que son detenidos, luego de sumar anotaciones e incremento delictivo, pasar a hogares del Inau, que cada tanto se fugan. Volviendo a entrar algunos cuando son recapturados. Y sigue la cadena. Una cosa es cierta. El presupuesto policial apenas era de subsistencia. Se lo multiplicó con creces, hay nueva y más tecnología, se capacitó personal, están mejor pagados, se hizo el manual de actuación policial y otros logros. Se nota desde hace unos meses (hoy, setiembre 2009) porque las noticias en diarios son cada vez más de detenciones, ladrones (asaltantes, rapi?eros, y variaciones) atrapados al toque, y marchando a prisión, se resuelven crímenes con celeridad, cosa que antes no sucedía. Se recuperan muchas veces las cosas robadas, que antes no sucedía. Ahora se siente que uno puede llamar a la policía, y va a tener una respuesta, cosa que antes uno ni se molestaba en hacer la más mínima denuncia, porque, ?para qué? se decía, si no pasa nada. De todas maneras, mejoras últimas aparte, aún vivimos atemorizados tomando recaudos y previendo en la medida de lo posible eventuales riesgos y peligros. Se a?oran épocas mucho más tranquilas en que se podía salir a la calle con más libertad. Todo esto es lo que motiva la pregunta, saber si terminará la delincuencia que nos azota, y si fuera así cuándo.
?CUÁNDO TERMINARÁ LA OLA CRIMINAL QUE NOS HACE VIVIR ATEMORIZADOS E INSEGUROS? pregunta formulada el 20 de septiembre de 2009 a las 10h 47m 36s en Malvín, Montevideo, Uruguay (GMT +3h)
LEYENDO LA CARTA La carta es apta para ser interpretada al cumplir los requisitos de radicalidad (por las dudas aclaro que la Luna no está en Vacío de Curso helenístico). El único reparo sería que do?a Luna está en la Vía Combusta, queriendo decir que estamos por enfrentar literalmente un sendero ardiente, y que pueden ocurrir sucesos totalmente inesperados e imprevisibles en relación a la criminalidad que nos preocupa. O de tal naturaleza que distorsione las posibilidades de pronóstico. Hecha esta aclaración sigamos adelante. Nos lanzamos pues a ver Saturno, el regente de la hora, que nos ilumina sobre la descripción del presente y la validez de la carta. Es asombroso, pues de las principales palabras clave de Saturno son inseguridad, miedo, temor, pérdida, carencia, que es ni más ni menos sobre lo que estamos indagando, acerca de la pérdida de la seguridad, y el vivir continuamente a la defensiva. Además Saturno nos dice que las cosas vienen de hace tiempo, y también tomarán su tiempo el resolverlas, porque no es nada fácil. Tema que implica importantes responsabilidades, pesada burocracia también, así como obstáculos e impedimentos por doquier. Es una cosa seria, que cansa de tener pensar solo en ella, pero a la vez ineludible. Por si fuera poco Saturno está en Virgo, el signo del Uruguay, reafirmando todo. O más bien agregando Virgo que es un tema de necesario trabajo, que tiene que ver con los humildes y los inferiores, con la castigada clase media, con la degradación de condiciones o nivel de vida. E inclusive que es como una enfermedad que hay que tratar. Temática que tiene muchas facetas que atender, pero que compartimentando, sectorizando y dividiendo tareas se puede hacer esto de terminar con la inseguridad. Con tiempo. Saturno también nos dice, reafirmando la ya sabido, que nuestros temores tienen que ver con nuestro dinero, bienes y posesiones personales; con nuestra inseguridad para andar por el vecindario, realizar desplazamientos breves, las idas y vueltas cotidianas, por las noticias o comentarios que recibimos; y también por nuestra inseguridad al estar en nuestra casa o morada, donde llegamos a sentirnos prisioneros. Todo eso porque Saturno es el almuten de la casa 2, de la 3 y de la 4 con Neptuno en está última ocupando. Para poner el último toque esta criminalidad que nos afecta no es únicamente nuestra, sino que participa de la ola de violencia global que viene incrementando la oposición Saturno-Urano activa desde el a?o pasado y que seguirá ejerciendo su influencia desestabilizadora, de cambios y eventual violencia sobre el mundo hasta finales de 2010. Todo ello porque en nuestra carta este Saturno tan elocuente está en exacta oposición con el disruptivo Urano, y afortunadamente en separación, o sea que para nosotros y en este caso como que iríamos saliendo de esta onda colectiva. Ubiquemos ahora a los actores de este elenco. Nosotros, la gente, los uruguayos, estamos representados por el Ascendente Sagitario que nos describe como formales, de atenernos a la legalidad en este asunto, con intenciones de vivir mejor y más despreocupadamente, queremos libertad en este sentido. Don Júpiter, el planeta que nos rige, calificado por Neptuno nos muestra con actitud de víctima y esperando que nos resuelvan los problemas como por arte de magia, quejándonos al mejor estilo balido de oveja. Y luego nos bajoneamos. El otro actor, y el principal en realidad, es la criminalidad misma que nos afecta, a ver cómo evoluciona, si termina. La ubicamos en la casa 7, tradicional locación de ladrones, secuestradores, asaltantes y prófugos. Así que se convierte en el nuevo Ascendente y el fin de la misma va a venir dado por su octava casa. Géminis es el signo del Ascendente de la criminalidad, indicando bandas de pocos compinches, hermanos, primos, conocidos de vecindad, y otros que se juntan con el único propósito de beneficiarse mutuamente por el hecho de delinquir juntos, coyunturalmente, de tipo oportunista, y nada más. Géminis también marca a la juventud, menores, adolescentes, hombres en sus pocos veintes, como los principales protagonistas. Y son reincidentes, el doble de Géminis repite y repite. Le toca ahora a Mercurio como almuten del Ascendente hacerse oír. Estos jóvenes criminales vienen de estar triunfantes, enardecidos de sus logros, se sienten fuertes y que tienen las de ganar, se saben todos los trucos necesarios para hacer de las suyas (Mercurio está en el Corazón del Sol, en domicilio). Pero se están ya debilitando, perdiendo posición, el poder establecido y director del país está en vías de someterlos de alguna manera, porque don Mercurio está retrógrado, y entrando en la más poderosa combustión, literalmente se queman. Sigamos ahora con la casa 8, casa de muerte y finales, de conclusión total, en nuestro caso del fin de la criminalidad. Y de la misma su almuten, que resulta ser pues nada menos que Saturno. Parecería que el círculo empieza a cerrarse. Así que tenemos a Mercurio-criminales por un lado y a Saturno-fin por el otro. El capítulo siguiente es que Mercurio-criminales retrogradando hace unas bodas celestes uniéndose de la más estrecha manera con Saturno-su-propio-fin. Si además aclaramos que la naturaleza esencial de Saturno es de oponerse a que las cosas prosperen y por el contrario que terminen o se aniquilen, tenemos un doble Saturno. Así que ?aleluya! es cuestión de tiempo que la criminalidad deje de hostigarnos como lo ha venido haciendo. La violencia juvenil y depredadora que nos azota va a terminar, tiene sus días contados. En cuanto a fechas aparece 2, hasta 2 y media unidades de tiempo, equivalentes a algún logro significativo antes de los 3 meses (diciembre) y sí el fin de la criminalidad entre finales de 2011 y mediados de 2012. Obviamente nos referimos al fin en el sentido de que no será más lo que ahora tenemos, que la cosa disminuye significativamente como para volver a sentirnos más tranquilos. No que desparezca definitivamente, que estamos en la tierra y los paraísos quedan en desiertas islas tropicales.
RESUMIENDO ?Buenas noticias! Sí, la criminalidad que diariamente nos pone tan mal va a desparecer, terminar. La misma quedará en niveles aceptables, mínimos. El tema de los jóvenes delincuentes quedará encauzado, corregido, limitado, disciplinado. Esto lo veremos claramente entre setiembre 2011 y mediados 2012. Algún adelanto quizá haya en los próximos meses. No falta tanto. El único reparo es que la Vía Combusta lunar produzca algo imprevisto, inesperado, accidental, súbito, abrupto o sorprendente que venga a desbaratar el buen panorama avizorado.
20 setiembre 2009
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